María Santísima de la Paz

maria santisima de la pazDe la gubia de Juan Ventura, y en 1990, nace Nuestra Sagrada Titular, María Santísima de la Paz.

No son muchas las ocasiones en las que una advocación mariana se ajusta tan debidamente a la iconografía de la Dolorosa que porta el nombre. Hacemos esta asignación basándonos en el piadoso y melancólico rostro de nuestra Virgen.

Su Imagen, también tallada en madera de cedro policromada y a tamaño natural, poseía originalmente una encarnadura más clara que, unida a su juventud, nos recuerda a las Dolorosas conventuales del siglo XVIII.

Enmarcado en un óvalo facial tradicionalmente vinculado a la iconografía hispalense, podemos admirar un eje ojos – nariz – boca resuelto con maestría. Las cejas levemente entornadas dejan al descubierto una mirada desgarrada, vencida, aunque sosegada, mostrando quizás un duelo agotador o unas circunstancias dolorosamente asumidas.

María Santísima de la Paz, de naturalidad extrema, mira ensimismada y alicaída, mientras tres lágrimas han comenzado a recorrer sus mejillas. No se trata de un sollozo, sino de un llanto contenido, apenas iniciado. El perfil dramático reside en sus manos, cuyos dedos se contraen y rinden a tan crueles acontecimientos.

El imaginero Juan Ventura capta en estado puro el sentimiento de una Madre que anhela la Paz de Su Hijo, Su Paz Interior, …,  la Paz del Mundo.